Docenas de personas se manifestaron en La Villita el sábado, días después de que agentes de inmigración federales realizaron un operativo en el vecindario y llevaron a cabo varias detenciones. El miércoles, los agentes, liderados por el comandante de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Gregory Bovino, realizaron una serie de operativos en La Villita y Cicero, arrestando a al menos siete personas.
La manifestación fue pacífica y estuvo organizada por residentes del vecindario que se sintieron amenazados por la presencia de los agentes. Los manifestantes gritaron para que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) abandonara su comunidad y exigieron justicia para las personas detenidas.
Entre los manifestantes se encontró Elyani Martínez, una estudiante de último año de secundaria que dijo que se unió a la protesta para apoyar a sus vecinos y a su familia. Ella expresó que se siente amenazada por la presencia de los agentes y que no quiere vivir en un entorno donde se sienta insegura.
Otra persona que participó en la manifestación fue Ceci de León, residente del vecindario que sufrió los efectos del gas lacrimógeno el jueves cuando los residentes confrontaron a los agentes federales detrás de un centro comercial cercano. De León dijo que los agentes federales "instigaron" la confrontación y que las acciones de ICE están afectando negativamente a su comunidad.
La manifestación también estaba acompañada por una serie de panfletos y carteles que expresaban la oposición de los residentes a la presencia de los agentes. Entre ellos se encontraba un letrero que decía "Nadie es ilegal en tierras robadas", que fue sostenido por Elyani Martínez durante la manifestación.
La protesta en La Villita sigue siendo un recordatorio de las tensiones y conflictos que existen entre las comunidades latinas y los agentes de inmigración federales. A medida que se intensifican las acciones del gobierno para llevar a cabo deportaciones masivas, las personas están comenzando a organizarse y luchar por sus derechos.
"Estoy aquí porque quiero apoyar a mi gente, mi cultura y también a mí misma", dijo Elyani Martínez durante la manifestación. Su actitud refleja el sentimiento de comunidad y solidaridad que se está creando en La Villita y en otras comunidades latinas que se sienten amenazadas por la presencia de los agentes federales.
La manifestación fue pacífica y estuvo organizada por residentes del vecindario que se sintieron amenazados por la presencia de los agentes. Los manifestantes gritaron para que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) abandonara su comunidad y exigieron justicia para las personas detenidas.
Entre los manifestantes se encontró Elyani Martínez, una estudiante de último año de secundaria que dijo que se unió a la protesta para apoyar a sus vecinos y a su familia. Ella expresó que se siente amenazada por la presencia de los agentes y que no quiere vivir en un entorno donde se sienta insegura.
Otra persona que participó en la manifestación fue Ceci de León, residente del vecindario que sufrió los efectos del gas lacrimógeno el jueves cuando los residentes confrontaron a los agentes federales detrás de un centro comercial cercano. De León dijo que los agentes federales "instigaron" la confrontación y que las acciones de ICE están afectando negativamente a su comunidad.
La manifestación también estaba acompañada por una serie de panfletos y carteles que expresaban la oposición de los residentes a la presencia de los agentes. Entre ellos se encontraba un letrero que decía "Nadie es ilegal en tierras robadas", que fue sostenido por Elyani Martínez durante la manifestación.
La protesta en La Villita sigue siendo un recordatorio de las tensiones y conflictos que existen entre las comunidades latinas y los agentes de inmigración federales. A medida que se intensifican las acciones del gobierno para llevar a cabo deportaciones masivas, las personas están comenzando a organizarse y luchar por sus derechos.
"Estoy aquí porque quiero apoyar a mi gente, mi cultura y también a mí misma", dijo Elyani Martínez durante la manifestación. Su actitud refleja el sentimiento de comunidad y solidaridad que se está creando en La Villita y en otras comunidades latinas que se sienten amenazadas por la presencia de los agentes federales.